La restauración perfecta.
Todo se hace para restaurar este objeto precioso en su aspecto original. Aquí, empujamos la preocupación por la perfección en los más pequeños detalles. Comenzamos por recrear pigmentos de color precisos para teñir los hilos que se mezclarán en la totalidad del motivo original. Entonces, el tejeduría se confía a las manos más experimentadas, es decir ¡De la misma origen que la alfombra! Sólo un Iraní puede reparar una alfombra de Persia a la perfección. Solo un Afgano conocerá todos los secretos de un tejido realizado en el país de su infancia. Y suceden verdaderos milagros: agujeros se llenan, los colores renacen, las manchas desaparecen… Todos esto frente a los ojos asombrados de los transeúntes que, a través de la ventana, ven el trabajo de estas tiendas-talleres hechos realidad.